¿Genio y figura hasta
la sepultura?
¿Cuántas veces hemos
dicho: “Yo soy así”? ¿Qué queremos
decir cuando lo decimos? Hay una diferencia entre el ser y los comportamientos
del ser que forman parte del mismo.
Vivimos sostenidos por un sistema de creencias que incluyen cosas que
pensamos sobre nosotros mismos y sin
embargo, estas creencias pueden ser cambiadas…
Estamos hablando de
actitudes y estilos de reaccionar ante situaciones, que sacan lo peor de uno mismo. Los deportistas, por ejemplo, tienen que entrenar su mente para resistir la
presión que exige la competencia. Tienen
que ser capaces de conocer sus reacciones para que en algún momento álgido
puedan hacer uso de la técnica y estar confiados en su entrenamiento. La razón de los entrenamientos exhaustivos es
que el cerebro tiene que registrar el movimiento correcto para realizarlo a pesar de la presión del juego.
He ahí el secreto, se
trata de entrenamiento. Como ya hemos
comentado el Coaching nace cuando Tim Gallwey, que era entrenador de tennis, descubrió
que los partidos de sus entrenados se
ganaban fuera de la cancha o entre punto y punto, en el juego interno. Así, en la vida cuando sabemos manejar las
conversaciones con nosotros mismos, nuestros diálogos internos habituales son
los que deciden si ganamos o no los partidos.
El cambio es
posible. Para dejar atrás el vivir con
un “así soy yo” que nos limita es
cuestión de decisión. A veces se trata
de comportamientos aprendidos que están arraigados y que con el debido
ejercicio pueden ser cambiados por otros más acordes con los objetivos que
queremos lograr.
Es un proceso, un
entrenamiento:
- Decidir el objetivo y que necesitamos para lograrlo
- Determinar qué queremos cambiar.
- Empezar paso a paso, con metas pequeñas y medibles.
- Cuando aparece el nuevo comportamiento, el éxito va reforzándolo y la repetición hace el hábito
- El nuevo hábito se convierte en una nueva forma de ser, en otro “Así soy yo.”
De esta manera traemos
abajo la creencia que no podemos cambiar. Llevar un proceso de Coaching es una
manera efectiva de lograrlo.