EL PROCESO DE CONSTELACIONES
¿Por dónde empezar?
Siempre por el presente, no se trata de curiosidad por nuestros
ancestros y sus vidas, sino de preguntarnos que
necesito hoy?
¿Qué quisiera que fuera diferente?
¿En qué aspectos de mi vida siento que no avanzo?
¿Qué aspectos rechazo?
Lo primero es observar la situación y ver de dónde podemos partir, qué está
en nuestras manos solucionar.
Muchas veces queremos cambiar
situaciones que no dependen de nosotros
y encontramos razones para decir
“no puede ser” “así no debería ser”.
Sucede que la realidad es como es y no
necesita nuestra aprobación.
El punto de partida es decir “así fue, es.” Desde ahí nos ponemos en el
lugar correcto para ver que podemos cambiar.
Conectándonos con la verdadera emoción actual, cosa que no es una cuestión
mental, sino más bien se trata de
encontrar que es aquello que no nos
permite ir hacia adelante, cual es
nuestro punto de apoyo, qué si esta bien
en nuestra vida.
Una vez planteada la pregunta, el constelador nos ayuda a encontrar el camino
de solución y encontramos el
impulso
necesario para lograr los objetivos y
así, paso a paso, al ritmo de cada uno,
sin forzar, vamos logrando un cambio
profundo y duradero hacia una vida
más plena, más presente.