Una herramienta
poderosa es pararse en lo que sí fue posible.
¿Qué hizo posible que llegara hasta aquí? ¿Qué sí me dio la Vida, aunque a veces los
padres, o uno de ellos, no estuvieran.
¿Qu
é sí tuve para desarrollarme?
Tal vez las mismas dificultades me impulsaron a sacar fuerzas para
avanzar… Tal vez hubo alguien que me sirvió
de modelo distinto de mis padres. La vida compensa y da alternativas. ¿Cuáles fueron las tuyas?
Dejar
de vivir desde la herida y más bien pararse sobre lo que sí fue posible… Es un
cambio de mirada que cambia la historia que nos hemos contado.