Y que El Niño Jesús nazca en cada uno de nuestros corazones.
me ha gustado la Navidad, muchos lindos recuerdos. Pasear en carro con mis padres para ver las luces navideñas y comprar preciosas bolas de cristal para el árbol, que eran muy delicadas. También me gustan los villancicos! Y me encanta comprar líos regalos… Mis recuerdos en casa de la abuela donde los preparativos de la cena empezaban cuatro días antes. Se preparaban los tamales, los dulces, los panetones…y por supuesto el pavo que se compraba en junio para alimentarlo con nueces…Luego la cena que era tardísimo y nos dormíamos mientras los grandes iban a misa de gallo.
La importancia de recordar lo bonito en estas fechas, da otra dimensión al ajetreo que ahora significa el mes de diciembre que además empieza después de Halloween (o el día de la canción criolla). (Con lo que no estoy de acuerdo) Y que a pesar de lo re contra difícil de la situación política “estos son los días felices de nuestros niños”
Por otro lado, hablando del niño Jesús, encontrémonos con nuestro niño interior. Hagámoslo conscientemente, recordando qué nos hacía felices de niños, los momentos que si disfrutamos, la expectativa por los regalos de Papá Noel, cuando recibíamos el regalo esperado. Es verdad que hay un niño herido, que hay ausencias irreemplazables, ese niño sobrevivió como pudo y no tiene que seguir siendo así. También hay dentro un niño que le encantaba jugar, correr, montar bici o bañarse en el mar , por ejemplo
El niño interior responde inmediatamente, al menos con una sonrisa, y si le ponemos más intención la sonrisa dura.
Feliz Navidad para todos!
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