Cuando los padres se separan los hijos sienten en su corazón que ellos siguen unidos a pesar de todo y es muy doloroso para ellos oír cuando uno les hablan mal del otro y cuando sienten que hay mucha enemistad y menosprecio de uno a otro. Cuando los padres se mandan mensajes a través de los hijos, porque no son capaces de comunicarse directamente . Es entonces que se desordenan las jerarquías, cuando uno de los hijos toma el lugar del padre o madre ausente y se producen triangulaciones. Entonces el hijo se siente igual a sus padres y/o superior y con derecho sobre los otros hermanos, por ejemplo o menosprecia a alguno de sus padres.
Cada familia tiene diferentes dinámicas. Y a veces aunque el tiempo pase, los hijos se quedan con la emoción inicial: de abandono, de culpa, de tristeza, de cólera…
Lo que los hijos necesitan es saber es que fueron hijos del amor y aunque este ya haya terminado, y es bueno que tanto en el corazón de la madre como del padre haya la conciencia que así fue; pasara lo que pasara después. Ese es el bálsamo para que los hijos puedan construir su s vidas y ser y tener buenas relaciones de pareja y vivir bien en los diferentes ámbitos de su vida.
Cuando se trata de hijos adultos de padres divorciados lo que sana y beneficia a todo el sistema familiar es que que el hijo tome en su corazón a ambos padres por igual, con el mismo amor y aceptación y asi, algo se reconcilia, sana, en el corazón de los padres, aunque sigan separados.