Hola Ceci,
Estoy muy contenta y agradecida contigo. Gracias por el hermoso trabajo que haces. Seguiré participando cada vez que pueda para trabajar en mi desarrollo personal y sanar con amor.
Desde la primera se
sión, a la que llegué sin saber por dónde empezar, me
guiaste hacia lo inicial y todo el proceso fue intenso y profundo. Hay cosas
que me dijiste y que compartiste, se me han quedado grabadas y que me ayudan
día a día, al repetírmelas y recordarlas.
Una primera cosa que me dijiste fue: “que me
fijara en lo que sí fue, en lo que pude lograr, en cómo sucedieron las cosas”.
Reflexiones
como: “¿Qué el pasado? ¿Dónde está? ¿Lo
puedes ver? ¿Lo puedes tocar?… No, no está; ya pasó y queda como un recuerdo,
como un cuento en nuestra mente…”.
Y nos
preguntaste: “¿Cómo se están contando ese cuento?” Y me abriste los ojos…
Muchas veces nos contamos el cuento con dolor, con
rabia, con pesimismo, con reproche o arrepentimiento… pero somos nosotros
quienes nos contamos el cuento así. ¿Por qué lo hacemos así, en vez de
contarnos el cuento con amor, con aceptación, viendo y reconociendo las cosas
como fueron, lo que sí fue y cómo fue, ni más ni menos? Aceptando y tomando la
realidad.
No todos los días son fáciles, pero ahora intento
siempre contarme el cuento de otra manera y reconocer cómo están sucediendo las
cosas. No es fácil, pero lo intento y me lo recuerdo.
También lo he compartido con mis hijos, que tienen 12 y 14 años, para que ellos aprendan a contarse el cuento con amor.
Muchas gracias