Pensemos con sinceridad en el corazón.
Si la respuesta es sí, todavía estamos en el reclamo,
en el “hubiera sido mejor si…” en suma, en la posición de víctima
Para avanzar hacia nuestros objetivos necesitamos
estar en el asentimiento a la vida tal como es, a lo que fue, a lo que es, a
los que están, a los que son, tal como son.
Eric Berne, el creador del Análisis transaccional,
dice que el que reclama es el niño. Así,
todo reclamo es un reclamo a los padres.
Trasladamos los reclamos a la pareja, al trabajo, a los hijos…Esto nos
limita pues la primera condición para vivir plenamente es tomar a los padres
tal como son, tal como fueron. Y decir
en el corazón “les agradezco por la vida y la fuerza que me vino a través de
ustedes” …“lo que me dieron fue suficiente, del resto me ocupo yo.” De esta manera tomamos la posición de adulto
al hacernos cargo de nuestra vida totalmente, para poder vivir en el presente y
no seguir reclamando al pasado (que no puede cambiar) que debió ser diferente.
Para lograrlo es necesario revisar nuestros
pensamientos y decidir cuáles albergamos y cuáles no… encontrar los reclamos
que tenemos, por mínimos que sean, y descartarlos. Es un trabajo diario… probemos.