TE QUIERO POR TI MISMO / TE QUIERO POR TI MISMO… BUENO, A PESAR DE TI MISMO
Este enunciado es parte
de las doce condiciones del
buen amor de pareja, que propone Joan Garriga en su libro “El buen amor de
pareja.
Cada una de las condiciones es motivo de reflexion,
esta em particular nos hace pensar en lo que en el otro quisiéramos cambiar… las
diferencias… el lado oscuro, a veces oscuro incluso para el otro. También nos remite a aquello que decía “los
polos opuestos se atraen.”
Como en otras áreas de la vida si miramos los asuntos
desde otra perspectiva puede suceder que nos de,os cuenta como las diferencias
nos sostienen tanto personalmente como en pareja.
1. SIN TI NO PODRíA VIVIR / SIN TI
TAMBIÉN ME IRíA BIEN.
Somos dos adultos que nos sostenemos sobre
nuestros propios pies, no dos niños buscando a sus padres. Sin ti también me iría
bien, pero me alegra el corazón que sea contigo y que estemos juntos.
2. TE QUIERO POR TI MISMO / TE
QUIERO POR TI MISMO… BUENO, A PESAR DE TI MISMO
Es un regalo enorme amar las sombras del otro, su ego,
sus dificultades, y ser compasivos con ello, porque eso significa que somos
capaces de reconocer al otro miembro de la relación en su realidad más
sombreada. La pareja es un campo de crecimiento en el que se van limando las
asperezas del ego gracias a que el amor compartido es capaz de soportarlas.
3. HAZME FELIZ / SIENTO EL DESEO
ESPONTÁNEO DE QUE SEAS FELIZ
La pareja no está pensada para darnos la felicidad,
aunque si sabemos conjugar todas sus dimensiones experimentamos algo que se
acerca a la dicha. Sentimos que pertenecemos a algo, que hemos creado una
intimidad, un vínculo, y que construimos caminos de vida.
4. QUIERO UNA PAREJA / MEJOR ME
PREPARO PARA SER PAREJA
El exceso de «yo» y de individualidad por encima del
sentido del «nosotros» convierte la pareja en un campo increíble de libertad y
al mismo tiempo nos expone a más y más soledad e incertidumbre. Las dos cosas
al mismo tiempo. Si quieres tener pareja, trabaja en tu interior para encontrar
tu propio tono y manera para ser compañero o compañera, y lo demás se te dará por
añadidura.
5. TE LO DOY TODO / MEJOR TE DOY LO
QUE ME MANTIENE EN EL MISMO RANGO QUE Tíš
La pareja es una relación de igualdad en la que hay
que procurar que haya un intercambio de equilibro y justicia para preservar la
paridad de rango. Dar mucho puede generar en el otro un sentimiento de deuda y
empequeñecerlo. Mejor dar lo que el otro puede devolver de alguna manera,
puesto que con el intercambio fértil crece la felicidad.
6. DÁMELO TODO / DAME LO QUE TIENES
Y ERES Y YO PUEDO COMPENSAR, PARA MANTENERME EN MI DIGNIDAD
Cuando alguien en una relación lo pide todo del otro,
debemos sospechar dos cosas: la primera, que esa persona es un niño y la segunda,
que esa persona sin duda no va a tomar y apreciar lo que se le da, porque está anclada
en un guión de insatisfacción que se nutre de demanda, la cual, aunque sea
atendida, no se satisface. Mejor el intercambio positivo y gratificante al negativo
e hiriente.
7. OJALÁ SEA INTENSO Y EMOCIONAL /
OJALÁ SEA FÁCIL
Algunas relaciones discurren con fluidez y facilidad,
no chirrían. Son el resultado del encuentro de dos naturalezas que armonizan
sin grandes desencajes. Otras veces, todo es difícil, a pesar del amor. Cuando
una relación es intensa y emocional, a menudo llega a ser desvitalizante. De
hecho las grandes turbulencias emocionales y los juegos psicológicos
desgastantes y fatales tienen que ver con reminiscencias de heridas infantiles
y viejos anhelos no colmados.
8. LUCHO POR EL PODER / COOPERAMOS
Demasiados siglos de lucha y sufrimiento entre hombres
y mujeres nos convocan a una reconciliación. Es maravilloso cuando en la pareja
ambos sienten adentro, de verdad, de corazón, que no hay mejor ni peor, y que
caminan juntos. No uno por arriba y otro por abajo, no uno por delante y otro
por detrás. Cooperan. Son compañeros y amigos y hermanos y amantes y socios.
Uno y uno son más que dos. En lo más profundo las mujeres se suelen sentir
mejores que los hombres “según mis estadísticas” pero las más inteligentes se
encargan de que sus parejas no lo noten.
9. YO PIENSO, Tíš SIENTES Y ANTE LO
DIFíCIL SÁLVESE QUIEN PUEDA / REíMOS Y LLORAMOS JUNTOS Y JUNTOS NOS ABRIMOS A
LA ALEGRíA Y AL DOLOR
Las parejas enfrentan en su proceso vital asuntos que
en algún momento duelen: hijos que no vienen, abortos, muertes o enfermedades
de seres queridos, vaivenes económicos y existenciales. Son asuntos que ponen a
prueba la capacidad de aguante de la pareja, y que la fortalecen o la derrumban
y ponen en ella resentimientos y millas de distancia.
10. QUE SEA PARA SIEMPRE / QUE DURE
LO QUE DURE
Entrar en el amor de pareja significa también hacerse
candidato al dolor de un posible final. Hoy en día se habla de monogamia
secuencial, esto es de que, estadísticamente, cabe esperar que tengamos entre
tres y cuatro parejas a lo largo de nuestra vida, con el consiguiente estrés y
tránsitos emocionales complejos que ello conlleva. Cuando no hay un contrato
institucional de por medio, tenemos una oportunidad de crear la pareja cada día,
a nuestra manera y de vivir lo que nos permite. Si llega el final, aprendemos
el lenguaje del dolor, la ligereza y el desapego, para luego volver de nuevo al
carril del amor y de la vida.
11. PRIMERO MIS PADRES O NUESTROS
HIJOS Y LUEGO Tíš / PRIMERO NOSOTROS, ANTES QUE NUESTRAS FAMILIAS DE ORIGEN Y
QUE NUESTROS HIJOS EN COMíšN
Conviene saber que el amor se desarrolla mejor en
universos de relación ordenados: que los padres sean padres y que los hijos
sean hijos, que la pareja que se ha creado (que puede incluir a hijos de
anteriores relaciones) tenga prioridad frente a parejas anteriores o frente a
las familias de origen. Algunas personas dan más importancia a los hijos en común
que a la pareja, lo cual acaba creando malestar en todos. Ayuda que el pasado
sea honrado y labre un buen presente y un buen futuro. Una pareja posterior
debe saber que tiene más posibilidades de ocupar un buen lugar si asume que los
hijos de su pareja estaban antes y respeta su prioridad.
12. TE CONOZCO / CADA DíA TE VEO Y
TE RECONOZCO DE NUEVO
Algunas parejas no se relacionan con la persona que
tienen al lado, sino con las imágenes interiores que se han ido formando de esa
persona a lo largo del tiempo. Viven en el pasado y se olvidan de actualizarse
cada día. Para evitarlo, ayuda, y mucho, abrir la percepción a cada instante
nuevo y no dar a la otra persona por supuesta. El otro se ilumina cuando le
reconocemos y le descubrimos como nuevo, y de este modo también nosotros nos
volvemos nuevos y jóvenes.
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