jueves, 30 de enero de 2025

¡ASÍ FUE, CABALLERO!

 ¡Así fue! Así lo acepto y lo tomo tal como fue, y fue suficiente. Cada una de estas frases nos libera de los reclamos, de la situación de víctima desde donde decimos “mejor hubiera sido que...”.     

Amar lo que es, amar lo que somos y a todo tal como es, es una gran meta.  Es un proceso de conciencia diario en donde podemos ir decidiendo que pensamientos conservar o cuáles dejar atrás. Cuando comprendemos, por ejemplo, que nuestros padres hicieron lo que pudieron, en alguna medida cambiamos la historia que nos hemos contado, en realidad es una cuestión de constancia en la observación de los pensamientos que hay detrás de las emociones que vamos sintiendo. El subconsciente es muy poderoso y al cerebro le gusta lo conocido; su tarea es protegernos, como en la época de las cavernas, donde salir de la cueva era peligroso, y nos va a mandar la misma información y los mismos pensamientos mientras no decidamos cambiarlos.   Esto exige conciencia y decisión y voluntad de cambiar y conforme lo vamos logrando la motivación aumenta.  

Hacer una reflexión profunda que nos lleve a ver lo que queremos y de ahí en adelante basta con decir “Así fue, así lo tomo y fue suficiente” y el cerebro recuerda   la nueva decisión.   

Una sesión de constelaciones nos ayuda a ver las lealtades y dinámicas profundas que muchas veces nos dificultan el cambio, y nos muestra el camino a seguir.



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