lunes, 28 de junio de 2021

FANTASÍAS CATASTRÓFICAS

 

FANTASÍAS CATASTRÓFICAS

 

Los pensamientos que rondan nuestra mente, aquellos a los que les damos vueltas, los que rumiamos, son generalmente negativos, hasta terribles, catastróficos!: ¡Si me da covid me muero!   ¡Me voy a quedar sin trabajo!  ¡Perderé todo!   ¡No voy a poder soportar esto!  Estos pensamientos tienen fuerza y nos hacen daño. Más daño que la misma situación, por más incierta que sea. 

Es cierto que podemos tener miedo, angustia, cólera ante algo que sucede fuera   de nosotros, en el contexto que no podemos controlar; sin embargo, lo que hará la diferencia será la actitud que tengamos ante los hechos. No propongo negar la realidad, tal vez empezar por darnos cuenta que hay un 50% de posibilidad que mi pensamiento terrible esté equivocado. 

Hace un año y medio que estamos en una coyuntura angustiante de permanente amenaza, además del recorte de nuestra libertad de acción, de movimiento y no es que nos hemos acostumbrado a ello.  Se suma a la pandemia la situación política, la incertidumbre del no saber, del no confiar en nadie. 

Con los descubrimientos de la neurociencia se sabe que construimos las emociones en base la interpretación del cerebro en proporción de dos variables: energía y placer.  Yo digo que lo que tengo es miedo según mis pensamientos.  Lo mismo si es tristeza.  Hay una situación y lo que piense de ella es lo que me pone triste.

¿Qué puedo hacer?:   Preguntarme qué estoy pensando en el momento.  Lo que pienso, aumentará o disminuirá mi angustia, mi miedo.  Lo primero que sobrevendrá será el relato de lo que sucede, que no es lo que pensamos al respecto.  Si repetimos los pensamientos catastróficos uno tras otro entraremos en un círculo vicioso muy dañino.   Cambiarlos requiere una decisión de voluntad, una voluntad de cambio.  Lo que es simple pero no fácil.   Si se tiene el hábito de pensar lo peor en aras de ser realista es difícil estar abierto a nuevas posibilidades.   Se requiere la constante observación de los propios pensamientos para decidir a cuáles les damos cabida y a cuáles no.

 ¿Cuáles son tus pensamientos más negativos y por cuáles los podrías cambiar?

Otra práctica buena es escribirlos,  te darás cuenta que son muy pocos solo que se repiten, así es más fácil decidir por cuales los cambias.

 

 

 

 

 

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