Dándonos tiempo para cada uno, para reconocer lo bueno a pesar de los tiempos difíciles que el mundo entero vive. Somos conscientes que no es tarea fácil. Elegir los pensamientos que nos hacen bien, así le damos fuerza a lo bueno. Ver la luz en todos, empezando por uno mismo. Ese es el camino. Ser luz. Estar para la luz. Trabajar para que haya más luz en el mundo. Para iluminar y caminar por un hangar solo necesitamos una vela. Esa es la proporción. La luz tiene más fuerza.
Nace El Niño Jesús y recordamos a nuestro niño interior. El que si disfruta con las luces y los regalos, y disfruta también del quedarse hasta tarde... y ver los niños pedir sus regalos a Papa Noel. Démonos tiempo para nosotros y lo que necesitamos para vivir la alegría de vivir cada día.
(estos son los buenos tiempos para nuestros niños).
¡Feliz Navidad y un Año Nuevo lleno de logros y alegrias
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