sábado, 11 de mayo de 2024

Feliz día de la Madre


Feliz día mamá

Mamá, mamá, mamá… decimos muchas veces al día cuando somos pequeños y cuando somos mamá escuchamos “mamá” mil veces al día.   Asi, nuestro contacto con la vida pasa por nuestra madre.  Cuando somos adultos revisamos nuestra relación con la madre y nos damos cuenta que cambia y muchas veces surgen reclamos, juicios, desacuerdos. 

Hellinger dice “madre, vida, abundancia es la misma energía”. Refiriéndose también a la abundancia de vida.  Una madre suficientemente buena es suficiente para ser feliz en la vida, decía Freud. Tomar a la madre tal como es sin tratar de cambiarla, sin ningún reclamo, es lo que recomienda la filosofía de las constelaciones familiares.  ¿Y cómo hacerlo?  Soltando nuestros juicios y expectativas, dejando de sentir  que hubiera podido ser mejor, si algo hubiera sido diferente.    Y esto es un proceso de reflexión, de consciencia y de decisión.

 

Si bien el día de la madre tiene una fuerte connotación comercial es una oportunidad para reflexionar y celebrar la vida y a todas las mujeres, madres o no y a la propia madre.

¡Feliz día de la madre!

 

Un texto de Bert Hellinger:

-Como mirar a Nuestra Madre

 

Nuestra madre fue niña una vez, igual que nosotros. Tuvo padres, nacida en una familia determinada, con sus destinos particulares, que a ella la han afectado y formado. A veces, alguien murió demasiado pronto, tal vez la madre o el padre o un hermano. O quizá estuvo alguien muy enfermo y todos se han preocupado. De niña ella también se preocupó y quizás dijo: estoy dispuesta a hacerme cargo de esto para que a otro le vaya mejor. Ya de niña fue acarreada por un destino ajeno.

Así,  la miramos. Y de repente nos percatamos de lo siguiente: nuestras expectativas o nuestras pretensiones con respecto a ella ignoran por completo lo que su alma ha movido, lo que su alma ha tomado de ella a su servicio para otro propósito. ¡Qué extraño resulta entonces el exigir y desear interiormente, y decirlo también, que ella esté totalmente aquí para nosotros, que no piense en nada más que en nosotros! ¡Qué pobres somos pues en nuestra alma! ¡Qué alejados del amor y de la felicidad!

Lo primero que nos queda por hacer es mirar a nuestra madre cómo a una mujer corriente con una historia, con una larga historia por parte de su familia. Esta historia la ha hecho humana, es decir imperfecta y justamente esta imperfección la hace especialmente bonita y simpática.

El comienzo de la felicidad es poder ver a nuestra madre con su humanidad y quererla tal como es. Entonces prácticamente nada se opone más a la felicidad.

Esto es el comienzo de la felicidad que permanece.

 

La madre es la relación divina más grande para nosotros, no tiene la menor importancia como sea ella. Cómo madre es una revelación divina y nosotros nos quedamos frente a ella con devoción.

 

¿Cuál es su rostro?

Es el rostro de DIOS

El rostro de de la vida detrás de nuestra madre es el rostro de Dios.

Ambas, la vida y la madre, son una grandeza inconmensurable.

Y nosotros como criaturas, en sintonía con nuestra madre y con la vida, nos hacemos grandes, con una grandeza indoblegable en el AMOR

En el amor grande…

 

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