jueves, 20 de junio de 2024

Y por favor bendíceme cuando sea feliz aunque a ti te costara tanto”


 

Y por favor bendíceme cuando sea feliz aunque a ti te costara tanto”

 

El niño nace y es leal desde el principio a sus padres y a su sistema familiar y así, muchas veces, dice en su inconsciente. “Yo llevo tu tristeza por ti” lo que solo duplica la tristeza, o “yo como tú no triunfo” y entonces siente que a pesar del trabajo no sale adelante, o no logra sus proyectos;  “yo llevo tu carga” cuando hay algo muy duro en el sistema familiar

 Cada familia es única y cada niño dentro de la familia asume un rol y lleva parte de los asuntos pendientes del sistema familiar.  También los dones y talentos que muchas veces se bloquean por las decisiones tempranas, infantiles,  de no superar a los padres.   Cuando por ejemplo hay una primera generación de profesionales, donde el padre no pudo mantener a su familia o cuando hay heridas de abandono la persona siente que algo le falta para salir adelante y lograr sus objetivos. 

Una sesión de constelaciones nos lleva a la profundidad necesaria para poder comprender cuál es el mandato que recibimos o promesa que hicimos y poder decirles desde el corazón “bendíceme cuando sea feliz y cumpla mis metas, aunque a ustedes les costará tanto.” Lo mismo vale para la vida de pareja y los diferentes aspectos de la vida. 

domingo, 9 de junio de 2024

Tomar al padre, tomar a la madre, nuestra fuerza vital

 


 

Oímos demasiado en las constelaciones estas frases y a veces nos cuesta entender que significan.   Más aún cuando oímos también que de ellas depende nuestro bienestar, nuestra plenitud en la vida.   Ahora que viene el día del padre podemos preguntarnos una vez más cómo lo hago, qué más me falta hacer para lograrlo.  Y es que es muy sutil pues no solo se trata de entender que hicieron lo mejor posible con lo que tuvieron.   Hace falta aceptar con el corazón que lo que sucedió fue lo que tuvo que ser y esta bien… 

 

Nuestra fuerza viene de tomar a nuestros padres en el corazón comprendiendo que así como llevamos en nuestro ADN a los dos,  el rendirnos a que nos dieron la vida y eso fue suficiente nos libera de reclamos y “hubieras” y eso  nos coloca en la  posición que nos corresponde en nuestro sistema familiar.    Decirle si a la vida tal como fue, tal como es, nos permite  estar plenamente en el presente y nos abre a nuevas posibilidades en todos los ámbitos de la vida.  

 

Preguntas que nos ayudan a revisar si hemos tomado a los padres:

¿Siento que dependo de ellos todavía?

¿Siento que ellos dependen de mi?

¿Los juzgó de alguna manera?

¿Me siento mejor o superior ellos?

¿Prefiero a alguno de los dos?

Sentir en el corazón que ellos son los grandes, yo el pequeño, tenerlos a los dos en el corazón a pesar de los pesares, soltar los reclamos,  nos lleva a una aceptación más profunda y se va dando un proceso de sintonía con la realidad como es, lo que nos da una profunda  paz