Nuestra fuerza viene
de tomar a nuestros padres en el corazón comprendiendo que así como llevamos en
nuestro ADN a los dos, el rendirnos a que nos dieron la vida y eso fue
suficiente nos libera de reclamos y “hubieras” y eso nos coloca en la
posición que nos corresponde en nuestro sistema familiar. Decirle
si a la vida tal como fue, tal como es, nos permite estar plenamente en
el presente y nos abre a nuevas posibilidades en todos los ámbitos de la vida.
Preguntas que nos
ayudan a revisar si hemos tomado a los padres:
¿Siento que dependo
de ellos todavía?
¿Siento que ellos
dependen de mi?
¿Los juzgó de alguna
manera?
¿Me siento mejor o
superior ellos?
¿Prefiero a alguno
de los dos?
Sentir en el corazón
que ellos son los grandes, yo el pequeño, tenerlos a los dos en el corazón a
pesar de los pesares, soltar los reclamos, nos lleva a una aceptación más
profunda y se va dando un proceso de sintonía con la realidad como es, lo que
nos da una profunda paz
Gracias Ceci por esta valiosa información. Tenemos padres y somos padres, y a veces nos olvidamos que ellos hicieron lo mejor que pudieron, así como nosotros hacemos lo mejor que podemos con nuestros hijos.
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