El sello de la eternidad… Qué vida
ausente sugieren a nuestro corazón estos manjares, estas copas, estos tapices y
estos vasos? Más allá de los límites del
cuadro, sin duda, el tumulto y el tedio de la vida, esa carrera incesante y
vana acosada de proyectos. Pero en el interior, la plenitud de un momento en
suspenso arrancado al tiempo de la codicia humana… ...Pronto aspiramos a un placer sin
búsqueda, soñamos con un estado feliz que no tendría comienzo ni final y en el
que la belleza ya no sería fin ni proyecto, sino que devendría la evidencia
misma de nuestra naturaleza. Pues bien,
ese estado es el arte… …Pues el arte es
la emoción sin el deseo.
Barbery,
Muriel, “La Elegancia del Erizo.”
Cuando
encuentro un escrito como este, con el que me identifico tanto que siento que
lo podría haber escrito yo, solo pienso en compartirlo sin más comentario.
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