Despues
de asistir a un taller de constelaciones familiares aparecen dudas y preguntas,
ya que para la mente es algo nuevo y cuesta comprender el método. El trabajo es desde el alma y el corazón y el
cerebro tiene que procesar la nueva información.
Comparto
con ustedes unas palabras de Bert Hellinger, creador de las Constelaciones
Familiares, al respecto.
“… las constelaciones familiares actúan cuando
uno las deja exactamente de la manera en que las vio. Es una imagen espacial y
atemporal y tiene su fuerza cuando uno las deja tal cual. Cualquier discusión
sobre su contenido destruye la imagen.
Lo
mismo se aplica cuando uno acaba de trabajar y alguno del grupo se le acerca
después a preguntarle: ¿ cómo te ha ido?.. ¿qué harás ahora?... Lo que están
haciendo es picotear su alma. Es fatal invadir de esta manera el alma de otra
persona, como si tuviéramos el derecho de hacerlo. Tampoco sirve intentar
consolarla. La persona es fuerte, quien intenta consolar es débil. Éste es en
realidad quien no soporta el dolor del otro, porque en el fondo no quiere
consolar el otro, sino que utiliza al otro para consolarse a si mismo.
No
hay que interferir. La persona que ha constelado tampoco debe actuar inmediatamente.
Así no funciona. La imagen tiene que descansar en su alma, a veces durante
mucho tiempo, quizá medio año o más. Las imágenes ya actúan simplemente
estando. El alma de la persona sabe mucho más de lo que parece. Por lo tanto la
persona no sigue ni al terapeuta ni la imagen, sino a su alma, pero esta imagen
ha impulsado algo en su alma que posteriormente hace posible actuar.”
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