jueves, 28 de abril de 2016

Algunos conceptos de Constelaciones Familiares



Las Constelaciones familiares nos permiten desplegar la información sistémica de nuestro linaje a disposicóon y en concordancia con los órdenes del amor para poder resolver conflictos y encontrar qué nos detiene en los diferentes ámbitos de la vida.  Encontrar qué nos dejaron nuestros anteriores sin resolver por distintas razones y qué vivimos por lealtad inconsciente al sistema familiar.

Los movimientos en la sesión de constelaciones se despliegan a al servicio del consultante para que pueda  salvar aquellos obstáculos que detuvieron a sus ancestros con los que está conectado.   Los movimientos  que suceden no tienen explicación racional, sin embargo, el consultante los reconoce porque su alma lo sabe.   La información aparece porque existe para el que la quiera ver. Rupert Sheldrake, biólogo británico que estudia los campos mórficos lo explica así.   Son los campos morfogenéticos.  Explicado sencillamente sería: heredamos una forma de hacer, de vivir.
Los órdenes del amor:   estas leyes vienen desde concepción de la humanidad.   Cuando recibimos la vida, además recibimos la información del alma que hay en ese sistema familiar  que compartimos con padres, abuelos, ancestros,   todo lo bueno y también aquello que no queremos reconocer. Al recibir la vida  recibo todo.   Solo a través de mi crecimiento transformador puedo transformar  aquello que no me gusta, no puedo rechazarlo ni excluirlo.  Cuando rechazo algo en mi sistema, eso es lo que resuena en mí, lo que más tengo.   Es una paradoja.   Cuanto menos me gusta, más tengo que amarlo para transmutarlo y trascender: si no,   me quedo conectado con aquello que no quiero tener y que tengo. 
Es por esto que las constelaciones familiares son además de una terapia, una filosofía de vida que exige de nosotros un cambio de paradigmas pues la base del cambio es decirle si a todo tal cual es, sin juzgar que esto o aquello debió ser de tal o cual manera.  No se trata de resignación sino de asentimiento, estar en armonía con la vida tal cual es y de ahí tomar las decisiones para avanzar hacia las metas.

Tomar a la madre, tomar al padre

Tomar la vida que nos dieron sin reclamos, sólo con agradecimiento y responsabilidad por la propia vida. Sólo vamos a  ser personas realizadas  y estar en paz cuando tomemos a los padres con todo, como son, soltando la idea que pudieron ser mejores.  Considerando además que son los mejores el uno para el otro, como pareja, anteriores a nosotros, más grandes.   Esto supone un proceso interior de transformación, de ponernos en nuestro lugar de hijo sin cuestionamiento hacia los padres. “En los asuntos de papá y mamá yo no tengo nada que ver.”  

No hay comentarios:

Publicar un comentario