Donde hay orden, fluye el amor.
Este orden empieza por honrar la unión de los padres que nos dieron la
vida. Tomar a la madre nos da la fuerza interna y tomar al padre nos
da el mundo, el padre nos lleva al mundo. Tomar la fuerza de ambos padres,
estamos completos y así podemos acercarnos a otro para dar y recibir amor, para
ser pareja primero y luego formar una familia.
En la relación entre el hombre y la mujer, ambos dan
lo que tienen y toman lo que les falta, pero quien no toma a sus padres, no
podrá pasar mucho a su pareja ya que permanece
estancado en sí mismo, sigue siendo como un niño que pide y no puede desarrollarse como
adulto.
Ganamos libertad en la pareja cuando no
hacemos depender nuestra felicidad de ella, sino que tomamos las riendas de
nuestra vida como personas adultas. Cuanto más alto sea el grado de obcecación en el enamoramiento, tanto más se aleja la persona de la realidad. Es
importante estar abierto a una relación de igual a igual.
Además, es necesario, reconocer y dar un lugar
a todas las parejas que han pasado por nuestra vida, si no es así uno no está disponible emocionalmente para "lo
nuevo". Una buena separación se logra cuando los compañeros mutuamente se dicen: “Te quise mucho. Todo lo que te di, lo di
con ganas. Gracias por lo que me diste. Por aquello que entre nosotros fue mal,
yo asumo mi parte de responsabilidad y dejo la tuya contigo. Te llevo siempre
en mi corazón. Estás libre y estoy libre”. Tomando con amor aquello que nos
aportaron las parejas que tuvimos en el pasado, podemos aportar el aprendizaje
a la siguiente relación. Si no es así, existirá dificultad para unirse, de nuevo, a otra
relación. Es decir, la despedida se logra,
cuando tomo todo lo que una persona me da con gratitud.
Toda persona que haya estado en una
relación de pareja seria, no puede evitar el
dolor, ni el sentimiento de culpa en el momento de abandonarla. Una separación se logra a través del dolor. Sólo así, puede separarse con la conciencia
tranquila. El dolor también encierra mucha fuerza. Un mecanismo muy
común para escapar del dolor, es buscar un
culpable o auto-compadecerse, en este caso no ve al otro, sólo a sÍ mismo. La auto-compasión es narcisista. Para ser pareja es necesario salir del estado de vÍctima .
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