Hacia los siglos XV y XVI, cuando empezó a
hacerse muy popular la ciudad húngara de Kocs, situada a unos 70 kilómetros de
Budapest, (entre Viena y Pest). Kocs se convirtió en parada obligada para todos
los viajes entre estas dos capitales. El carro que ahí se fabricaba, tenía muy
buena suspensión y era más cómodo que los tradicionales. Así se comenzó a hablar del “carruaje de
Kocs” para transportar personas de un lugar a otro.
El coaching también lleva a
las personas del lugar donde están, adonde quieren llegar. La diferencia es que
el coach no es quien carga ni toma las decisiones del cliente/ coachee durante
el proceso.
Se podría decir que la referencia mas antigua
al proceso y método de Coaching es
Socrates quien decía que no existe el enseñar, sino sólo el aprender. Preguntando él lograba que sus alumnos
sacaran a la luz el conocimiento que poseían en sí mismos. Él mismo caminaba por la ciudad y preguntaba
a todos cómo realizaban sus oficios puesto así él aprendía y a la vez los otros
afianzaban su conocimiento.
Así en el
proceso de Coaching el Coach, en una aproximación libre de expectativas y
juicios, pregunta, indaga, reflexiona con
el cliente/coachee para que éste encuentre sus propias respuestas y tome las
decisiones necesarias para realizar las acciones que lo lleven hacia sus
objetivos.
Así, el
Coaching es un aprendizaje transformacional. ¿Cómo es este aprendizaje? Nuestra relación con el mundo depende del
tipo de observador que somos. En primer lugar,
hay que tomar conciencia del lugar en que nos encontramos. Con qué queremos quedarnos, qué queremos dejar de lado y luego hacer lo
necesario para lograrlo. En este proceso
de desaprender lo aprendido y aprender a ser un nuevo observador, la aproximación
a la realidad externa cambia y en esta nueva relación, en este nuevo hacer,
nuestro ser se transforma.
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