miércoles, 15 de agosto de 2012

LOS TIEMPOS Y EL ESTRES (I)




  Einstein, con respecto al tiempo, afirmaba lo siguiente: “El tiempo no existe  lo hemos creado los humanos  para no confundirnos”  también decía: “el tiempo existe para que no  ocurra todo a la vez”

  Diciéndolo de otra manera: en el cerebro hay dos tiempos, dado que  cada hemisferio  tiene su tiempo y  su ritmo. El hemisferio izquierdo se rige por el tiempo lineal:  pasado, presente y futuro;  el hemisferio derecho es atemporal: recordamos con la misma intensidad lo que sucedió ayer que lo de hace un año, dos o diez, recordamos lo que vivimos aquí o en alguna otra parte del mundo con la misma claridad.  Es más, también podemos recordar con la misma intensidad una película, un libro, un sueño.

El problema se suscita cuando confundimos ambos tiempos.  Cuando una persona que tiene clara esta división se encuentra con alguien que confunde los dos ritmos  y por lo tanto piensa , por ejemplo, que el tiempo de una cita es elástico, le da  lo mismo  las 10.00 que las 10.45 am. Lo que genera más de un conflicto.  En un caso similar, puede suceder  que cuando asistimos a una reunión de varias personas, las que llegan puntuales, que muchas veces han hecho esfuerzos para lograrlo,  tienen que esperar con “tolerancia” a los que no llegan a la cita.  Me pregunto: ¿Qué ganan estas personas conocidas como  “impuntuales”?    ¿Qué pierden?   Son preguntas que no nos hacemos y que les  planteo como una reflexión.




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