“Un
equipo es más que la suma de sus partes”
“la inteligencia del equipo es la inteligencia de sus integrantes” y otras frases similares nos indican cómo
lograr un equipo de trabajo ideal. Muchas veces podemos conocer estos conceptos
y sin embargo no logramos que nuestros equipo sea un equipo sinérgico.
En
un proceso de coaching sistémico, después de analizar la situación y diseñar
los objetivos, se prepara un plan de acción.
Cada
empresa sea pequeña o grande, del rubro que sea, es un sistema y como tal está
sujeta a las leyes que a veces no vemos y que propician los comportamientos de
sus miembros y/o las dificultades que puede haber en el óptimo cumplimiento de
las metas. Lo que se necesita es ver
las estructuras que subyacen a las situaciones complejas y así encontrar el
punto de apalancamiento para realizar
los cambios con menor costo para el sistema.
El
pensamiento sistémico* ofrece un lenguaje que comienza por la re-estructuración
de nuestro pensamiento, cosa que es consecuencia lógica cuando comprendemos sus
leyes. El pensamiento sistémico
constituye la piedra angular del modo en que una organización inteligente
piensa acerca del mundo. Es una manera
nueva de verlo. Donde lo aparente
adquiere otra dimensión al comprender que a veces la causa de lo que sucede
está distante en el tiempo.
*Senge,
Peter, “El pensamiento sistémico”